¿DEBO CAMBIAR DE ASESORÍA?

¿Debo cambiar de asesoría?. Si te has planteado esta pregunta como empresario, autónomo o emprendedor, la respuesta es SI. Ya sea por el motivo que sea (ahora veremos los motivos), el hecho de que te plantees la cuestión denota una pérdida de confianza.

Una asesoría, para una empresa o autónomo, es como un médico para una persona. La asesoría lo sabe todo de ti, de tu empresa, conoce tus clientes, tus proveedores, tus trabajadores, debes tener una relación de confianza con ella.
¿Por qué motivo los empresarios y emprendedores cambian de asesoría laboral, contable, fiscal? Estas son las razones más comunes:
1. No te sientes realmente atendido: no te llaman, no te escriben para informarte de asuntos importantes como subvenciones u otras ventajas de las que podrías estar sacando provecho.
2. No tienes una relación con tu asesor. Es más, ni siquiera le conoces. No sabes quién gestiona la información de tu empresa. El trato es completamente impersonal y tú necesitas alguien con quien contar y a quien poder llamar.
3. No te hablan en un lenguaje que tú puedas comprender, ya sea porque utilizan demasiados tecnicismos o porque no se preocupan por explicarlo de la manera más sencilla.
4. No tienes claro los servicios que te ofrecen ni el precio que tienes que pagar por las gestiones obligatorias en el período de un año.
5. Tienes la sensación de que molestas cuando realizas tus consultas.
6. Han cometido errores en su gestión y no han asumido la responsabilidad o reparado el daño.
7. No tienes la suficiente confianza en tus asesores. Si has perdido la confianza, por el motivo que sea, es necesario un cambio.

El cambio de asesoría no tiene por qué ser un proceso desagradable o complicado, pero si requiere planificación previa.
Existen diferentes fechas al año (al final del año, al final de cada trimestre o en cualquier momento) que hace que este proceso sea mucho más sencillo para todas las partes implicadas, y sin lugar a duda, la mejor fecha es hacerlo en el primer trimestre del año. Por supuesto, es posible realizar el cambio antes, pero las ventajas de cambiar en ese período señalado son:
1. El cierre fiscal se produce el 31 de diciembre. Para la mayoría de las empresas, el año fiscal abarca del 1 de enero al 31 de diciembre. La asesoría saliente se encargará de cerrar contablemente el ejercicio a fecha 31 de diciembre y presentará los impuestos devengados en dicho año.
2. Eliminas las posibles duplicidades de trabajo de la antigua y la nueva asesoría. Si cambias de asesoría durante el año en curso, es probable que la nueva asesoría tenga que contabilizar nuevamente los meses transcurridos desde el 1 de enero.
3. Eliminas las posibles omisiones o errores en la confección de impuestos. Los impuestos del 4º trimestre (IVA, retenciones, etc.) sirven para regularizar los errores u omisiones cometidos en los impuestos de los trimestres anteriores; si hay un error u omisión cometido por la asesoría saliente en los impuestos anteriores al cambio, puede ocurrir que la nueva asesoría no lo tenga en cuenta y no lo regularice.
4. Eliminas ambigüedades por la responsabilidad de posibles errores cometidos. Si existiese algún error u omisión, es más fácil delimitar responsabilidades si únicamente ha habido un asesor durante ese ejercicio fiscal.
5. La entrega de documentación es mucho más sencilla. La asesoría saliente deberá entregar toda la documentación e impuestos devengados durante el ejercicio anterior al cambio.

En Asesoría FCH, estamos a tu disposición para que nos conozcas, nos plantees tus dudas e inquietudes. Te ofrecemos toda nuestra pasión, conocimiento, experiencia y profesionalidad, te mantendremos informado puntualmente de manera que no tengas ninguna duda sobre la situación de tu empresa.
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