Un asesor no es simplemente esa persona que se dedica a hacer las sumas y restas de tu empresa. Un buen asesor es ese profesional cualificado y colegiado que ha dedicado y dedica mucho tiempo a actualizar sus conocimientos sobre los constantes cambios que conlleva su profesión. Se forma continuamente para estar al día de las últimas novedades que puedan afectar a tu negocio.
Los buenos asesores son como los médicos de tu negocio. Detectan sus puntos débiles y te recomiendan la mejor medicina para solucionarlos. Te informan sobre los plazos de entrega de cualquier documentación. Te representan ante los organismos públicos: SEPE, hacienda, seguridad social, etc. Se ocupan de que tu empresa cumpla todas las obligaciones laborales, fiscales, mercantiles, contables o jurídicas a las que la administración obliga. Los buenos asesores son responsables y dedican muchas horas a tu empresa, y cuando algo le afecta a ella o a ti, no paran de pensar en posibles soluciones, llevándose muchas veces esas preocupaciones fuera de horas de trabajo.
Una de las principales tareas de tu asesor es encontrar la mejor alternativa para tu negocio tanto en términos de legalidad como de ahorro. Si además de estar siempre disponible cuando lo necesitas, es él el que se pone en contacto contigo, de manera periódica, y por propia iniciativa, está claro que tu negocio está en buenas manos. Sin duda, un buen asesor es el que se preocupa de tus problemas, el que celebra contigo tus éxitos, y siempre está cerca para animarte, aconsejarte o simplemente escucharte.
Si tienes claro que la salud de tu familia es lo más importante para ti, entonces ¿por qué dudas a la hora de contratar un buen asesor que cuide la salud de tu empresa?